10 consejos para ser emprendedor

/ febrero 8, 2018/ Noticias

Arrancar un proyecto y convertirlo en una empresa es una tarea ardua, que requiere de generosidad y de formación

Conviene olvidarse de las subvenciones y ser muy claro con los clientes y los socios

Acaba de entrar en vigor una serie de nuevas medidas para emprendedores. Entre ellas, destaca la ampliación de la tarifa plana para autónomos que aprobó la Ley 6/2017, de 24 de octubre, de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo. Por tanto, 2018 supone también la consolidación de las reformas de los años 2013 y 2015, fundamentalmente tras la entrada en vigor de la Ley 14/2013, de 27 de septiembre, de apoyo a los emprendedores y su internacionalización. Estos cuatro años de reformas, afirma el abogado, economista y profesor de Deusto Business School, Pedro González Torroba, se han introducido algunas especialidades, que resuelven algunas viejas reivindicaciones de los emprendedores. Es el caso de las sociedades de formación sucesiva, el emprendedor de responsabilidad limitada o el criterio de caja en la liquidación del IVA.

La mayoría de estas medidas señala el docente, que recientemente celebró en la sede madrileña de la citada escuela de negocios una nueva edición de #Disruptive, no están pensadas para el común de los emprendedores y tampoco parece que vayan a aprobarse grandes remedios normativos para ellos.

Entre las medidas, apunta el experto, que reclaman los emprendedores se encuentra la

simplificación jurídica y por eso, salvo que realmente sea necesario, lo mejor es huir de soluciones jurídicas complejas, y buscar fórmulas simples y fácilmente comprensibles. Pero, además, deben confiar en talento y en su capacidad para salir adelante ante los problemas.

Es por ello, que en esa jornada se enumeraron diez consejos que deberían tener en cuenta todo aquel atrevido que quiera poner en marcha una idea o un proyecto.

  1. 1. Saber qué se sabe hacer. Para iniciar un negocio no es necesario esperar a que llegue la inspiración o se presente una idea genial. En realidad, los pioneros, los primeros en lanzar ideas geniales al mercado, no tienen por qué llevarse el triunfo. Lo más importante no son las buenas y las malas ideas sino los negocios bien o mal gestionados, es decir, “la clave está en que lo que se sepa hacer y en lo que se sepa hacer bien”, señala González Torroba. Sobre esta base, reconoce que hay que ser abierto e innovar.
  2. 2. Hacer un plan de empresa. Se trata de un documento que sirva tanto al emprendedor como a los socios. Es importante entenderlo bien. Para ello, conviene hacer números y pintar varios escenarios. El siguiente paso es hacer un resumen de uno o de dos folios. “Este resumen tiene que ser comprensible para los demás y muy visual, ya que servirá para buscar socios e inversión”, señala el docente.
  3. Pensar en quién puede ayudar. A la gente le gusta ayudar, siempre hay quien está deseando ofrecer consejos gratis o facilitar contactos de conocidos con el fin de colaborar con el emprendedor al que considera un tanto perdido. “Pero no hagas caso de todos los consejos, el negocio es tuyo y la última palabra también”, afirma el abogado y economista, quien señala que los mejores consejos no suelen provenir ni de familiares y ni de amigos.
  4. Medir los riesgos. Conviene pensar bien cuanto tiempo y dinero se desea arriesgar y trazar una línea naranja y otra de color rojo, así como contratar un seguro de responsabilidad civil, en caso de ser autónomo a administrador de la sociedad.
  5. Establecer un pacto de socios. También es fundamental diseñar con los socios la manera en la que se desea relacionarse en el futuro. Se aconseja pensar cómo se desearía que fueran las cosas si se pusieran feas o si el éxito fuera rotundo. Para ello, lo mejor es encargar la redacción del texto a un abogado.
  6. Probar el producto y adaptarlo. Lo primero que debe buscar un emprendedor es vender. Si no se va a realizar una inversión, no se necesita tener una empresa hasta que se empiece a facturar.
  7. Diseñar una estructura jurídica sencilla. No hay que complicarse con fórmulas jurídicas complejas a menos que sea necesario. Lo más común es constituir una sociedad de responsabilidad limitada o darse de alta como autónomo. Es bueno utilizar las ventanillas únicas.
  8. Contratar a un gestor. Si no se está habituado a gestionar ni se está familiarizado con la contabilidad y los tributos, es importante fichar a un gestor competente. Es la mejor manera de evitar disgustos futuros con Hacienda.
  9. Olvidarse de las subvenciones. La historia demuestra que, tarde o temprano, las actividades subvencionadas dejan de estarlo. Si se aprueba una línea de ayudas públicas que se adapte a su negocio, bienvenida sea, pero no se debe adaptar el negocio al hecho de que se vaya a recibir una subvención.
  10. Generosidad. Es un principio de por vida. Ser generoso es una virtud, y si se está al frente de un negocio que comienza, no conviene discutir por el último céntimo. Es mejor regalárselo al cliente o a los socios. Por los buenos gestos se conoce también a los emprendedores.

 

 

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